la lateralidad es la preferencia que todos tenemos por utilizar una parte de nuestro cuerpo. Uno de los ejemplo más claros es el uso de una mano por encima de la otra, así encontramos personas diestras o zurdas, pero también ambidiestras. La lateralidad no se limita solo al uso de las manos y extremidades, también ocurre lo mismo con el oído y el ojo.
En la gran mayoría de personas el hemisferio cerebral izquierdo rige la mitad corporal derecha mientras que el hemisferio derecho es el que guía la mitad izquierda. Aún se desconocen los motivos de esta especialización cerebral.
Todas las personas desarrollan la lateralidad en sus primeros años de vida, lo cual es la preferencia de utilizar un lado de su cuerpo.
¿ PORQUÉ SE PRODUCE LA LATERALIZACIÓN?
Nuestro cuerpo y nuestro sistema nervioso están compuestos por sistemas dobles: dos oídos, dos ojos, dos manos, dos pies, etc.
Cada lado del cuerpo está controlado preferentemente por un hemisferio cerebral, el del lado contrario. Por ejemplo, la mano y el pie izquierdos están controlados por el hemisferio derecho. Cuando damos una respuesta ésta tiene que ser única (al hablar, leer, escribir o movernos). Sería difícil moverse si cada lado del cuerpo hiciera movimientos hacia direcciones contrarias.
Por esto, entre los dos hemisferios cerebrales tiene que haber uno que “domine” o mande sobre el otro y así poder ejecutar una sola respuesta, sin necesidad de “pelear” cada vez entre ambos hemisferios para ver cuál se impone.
Esta especialización cerebral no se alcanza hasta los 4 ó 5 años de edad con lo que no tiene sentido hablar de lateralidad en niños más pequeños.
¿ CÓMO SE DESARROLLA LA LATERALIDAD EN LOS NIÑOS?
Esta se desarrolla a través de fases, en las cuales se irá definiendo hasta cerca de los 6 y 7 años de edad. Entonces podemos ver que la lateralidad debe estar definida en un niño para cuando este alcance la edad obligatoria para entrar a la educación básica.
El desarrollo de la lateralidad es elemental para que el niño pueda aprender adecuadamente sobre el entorno que lo rodea y cómo puede vivir en este. Además, podrá aprender a leer, tener un esquema corporal y organizar las referencias espaciales entre la derecha e izquierda.
- Fase de indiferenciación (0-2 años): Se trata de un momento en el que el niño no tiene definida su lateralidad. El pequeño descubre que tiene dos manos y que le pertenecen. Es la etapa en la que le gusta agarrar y tirar los objetos que manipula y se da cuenta que esto le permite interaccionar con el medio.
- Fase de alternancia (2-4 años): Periodo en el que el niño se vuelve todo un explorador, todo le fascina y por ello necesita ir de un lado para otro y tocar todo lo que esté a su alcance. Si lo observamos detenidamente veremos que aún utiliza las dos manos de forma indistinta para hacer cualquier tipo de actividad.
- Fase de automatización (4-6 años): A partir de los 4 años, veremos cómo poco a poco el niño va automatizando sus gestos. Es el momento en el que el niño empieza a utilizar más un lado que otro. Así empezará a mirar por un agujero por el ojo dominante, llevarse el auricular del teléfono al oído preferente, chutar la pelota con el pie dominante, coger el lápiz para escribir o un vaso para beber con la mano que finalmente va usar.
Como vemos, la lateralización se encuentra interrelacionada con el conjunto de las funciones motrices y a la vez interviene en todos los niveles del desarrollo del niño.
TIPOS DE LATERALIDAD
- Diestro: donde hay predominio cerebral del hemisferio izquierdo y realizaciones motrices de derecha.
- Zurdo: cuando el hemisferio cerebral derecho es quien guía y ejerce la acción motora del lado izquierdo de forma dominante.
- Diestro falso: son aquellas personas que han sido obligadas a realizar tareas con la derecha cuando se consideraba la zurdera como una enfermedad. Afortunadamente este tipo de creencias ya han desaparecido prácticamente de nuestra sociedad.
- Ambidiestro: zurdo para algunas actividades y diestro para otras.
- Lateralidad cruzada: mano y el ojo predominante no pertenecen al mismo lado.
LA IMPORTANCIA DE LA LATERALIDAD EN EL APRENDIZAJE
A menudo oimos hablar de la lateralidad como un aspecto importante para el correcto desarrollo de los aprendizajes y así es. El establecimiento de la lateralidad implica el asentamiento de un lado del cuerpo en la realización de la mayoría de tareas, esta dominancia se establece en 4 partes importantes de nuestro cuerpo siendo estas el ojo, la mano, la pierna y el oído.
En nuestra sociedad la mayoria somos diestros, la cual cosa no implica que el hecho de ser zurdo pueda implicar la presencia de dificultades a nivel de aprendizaje, aunque resulta importante tener en cuenta que el tipo de escritura que realizamos está pensado, por su direccionalidad, para personas diestras y este hecho implica ciertas incomodidades para los zurdos, (como podemos ver en la fotografía, a menudo deben adoptar posiciones incomodas para poder ver aquello que escriben) al igual que muchos de los mobiliarios escolares.
El establecimiento de una lateralidad bien definida implica que el niño y la niña puedan tener unos referentes corporales más claros, facilitando de este modo el dominio del esquema corporal y de este modo la orientación espacial que resulta tan importante en el desarrollo del aprendizaje de la lectoescritura.
En el estudio de la lateralidad resulta fundamental distinguir entre las tareas aprendidas y las tareas innatas, puesto que en algunas ocasiones l@s niñ@s copian de otras personas la preferencia manual en las tareas de lectura y escritura, mientras que en otras tareas de tipo más innato como sean abrir una puerta, coger las cosas peinarse, … utilizan la mano contraria, pudiendo haberse equivocado de este modo al utilizar la mano no dominante en tareas de aprendizaje.
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